jueves, enero 26, 2006

Comentario: Club de las 7 (25/01/2006)

El presidente del Gobierno de Navarra y de UPN, Miguel Sanz Sesma, estará de acuerdo con la ocurrencia de su hermano mayor, el presidente del Partido Popular. Mariano Rajoy ha puesto manos a la obra para buscar el número de firmas suficiente para impulsar una proposición de ley de iniciativa popular que pida un referéndum en el que los españoles opinen sobre la reforma del Estatuto catalán. El Partido Popular insiste en que no se está reformando un Estatuto de Autonomía sino que se está cambiando el modelo de Estado.

¿Si todos los españoles opinaron sobre la Constitución de 1978 y la aprobaron por mayoría incluida la Disposición Transitoria Cuarta, que regula el mecanismo de incorporación de Navarra a la Comunidad Autónoma Vasca, por qué no han de opinar sobre el Estatuto catalán? El referéndum constitucional consagró esa Disposición Transitoria que afecta sólo a dos partes del territorio de las Autonomías. Toda España pudo opinar sobre algo que interesa sólo a vascongados y navarros. ¿Qué hicimos para merecer esa singularidad?

Habría que animar a Rajoy para que extendiera la consulta popular a otros extremos de la Constitución, de modo que la incrementada población española se sintiera partícipe, no sólo heredera, de la actual Carta Magna. Unas preguntas que aprovechen la oportunidad: ¿le gustaría que su Estatuto de Autonomía se igualara con el catalán? ¿Siente que su Comunidad es una nación? ¿Le apetece que España siga siendo una Monarquía constitucional que pagamos a escote o le pide el cuerpo ostentar una ciudadanía republicana? ¿Hay que financiar a la Iglesia Católica? ¿Aboga por un estado sin ejército?

Una pregunta más, de carácter local: ¿le gustaría como titular de ciudadanía navarra poder votar el Amejoramiento del Fuero, oportunidad que nunca se le ha dado?

Nunca reprocharemos a Rajoy su súbita afición a los refrendos ciudadanos, pero se lo podría haber sugerido a su jefe Aznar unos años atrás: ¿acepta como ciudadano-ciudadana del Estado español nuestra presencia militar en Irak? España se hubiera ahorrado dos centenares de muertos y unos miles de damnificados, y el Partido Popular una derrota electoral que no acaba de asimilar.

Preguntar nunca está de más, salvo que no interese la respuesta.

Autor: Carlos Pérez Conde ("Comentario" del "Club de las 7" de la Cadena SER en Navarra).

Comentario: Club de las 7 (24/01/2006)

Más frío hizo el sábado a mediodía.

El frío de la acogida popular al acto convocado por el Foro de Ermua fue helador en comparación con las bajas temperaturas de este invierno. Los concentrados podrían haber cantando esa bilbainada de “somos cuatro amigos que aquí hemos llegado”, cuatro amigos añorantes de la España una, grande y libre que cantaron los bertsos de clausura. El águila imperial del escudo preconstitucional sobrevoló en el imaginario colectivo de los congregados mientras escuchaban el himno nacional. No defecó sobre la matrona del Monumento a los Fueros porque los organizadores hicieron la maniobra estratégica de suprimir en última instancia la mención a los privilegios fiscales y financieros contenida en el punto quinto de su manifiesto. No por convicción, sino por conveniencia oportuna y oportunista. Habían tenido casi tres meses para rectificarlo desde su presentación en Madrid; en la Puerta del Sol, donde se ponen en hora los relojes de España. Mantuvieron lo de las asimetrías competenciales, concepto que habría asimilado con toda seguridad lo suprimido, porque ya me dirán qué mayor asimetría que la competencia recaudatoria.

Allí estaba Del Burgo, convencido de que está el peligro la unidad de España. Quizá porque el Reyno de Navarra renace, resurge. De momento, con discreción: en el campo de fútbol de Osasuna y en la promoción turística de nuestra Comunidad. Por ahí se empieza, se sigue por las competencias plenas de tráfico y se termina acuñando moneda propia.

Allí estaba Juan Ramón Corpas, único miembro del Gobierno de Navarra presente en el acto. El que menos cabía esperar con respecto a su biografía política; o el que más, porque los conversos radicales irradian un entusiasmo parejo a su mutación ideológica. Quizá el consejero de Turismo los confundió con un grupo de turistas recién bajados de los autobuses y se acercó para ilustrarlos sobre el Camino de Santiago. Santiago se cayó del caballo al sentir la luz de la revelación divina como Corpas se cayó del guindo ideológico al sentir la luz del poder y del pragmatismo económico.

Y un dato tranquilizador: la ausencia del consejero José Ignacio Palacios no guardó relación con discrepancias ideológicas. Estaba de viaje en la República Democrática del Congo. No por exilio voluntario a una República Democrática sino en visita de supervisión del uso dado a las ayudas navarras.

Autor: Carlos Pérez Conde ("Comentario" del "Club de las 7" de la Cadena SER en Navarra).