Comentario: Club de las 7 (10/10/2005)

El presidente del Gobierno de Navarra ha hecho un intento insólito: convocar a los representantes navarros en las Cortes Generales, Congreso y resupuestos Generales del Estado para el año que viene. Le parece muy negSenado, en torno al proyecto de Pativo para nuestra Comunidad, huérfana de inversiones a su juicio, y ha creído conveniente montar una “gamazada” de respuesta en connivencia con el PSN y con Nafarroa Bai.

La iniciativa revestía un carácter excepcional porque los electos navarros en Madrid sólo se sientan juntos para tomar café; a veces y cuando, por casualidad, coinciden en los salones de las Instituciones. Así lo reconocen todos a pregunta reiterada en estos micrófonos. Más que representar a Navarra, representan sus respectivos intereses partidistas y a hacer puñetas. Navarra nunca es puesta en común en la agenda de sus señorías. Ésa es la triste realidad.

Sanz sabía que su invitación estaba condenada al fracaso. Ha movido pieza cuando el Gobierno foral y el central son de signo diferente. Con Aznar estaba quieto. El PSN ha pensado que ahora no toca,- el PSOE está en La Moncloa -, y Nafarroa Bai tiene que hacer un guiño a los de Chivite por si vienen tiempos electorales propicios al cambio.

El partidismo de que Sanz acusa a PSN y Nafarroa Bai, ausentes en la reunión, es lo que UPN ha practicado en legislaturas anteriores. Anuncia que serán sus diputados quienes defiendan enmiendas relativas en especial a infraestructuras viarias, ferroviarias y aeroportuarias. Para eso, primero tendrán que desmarcarse del PP en su enmienda a la totalidad del proyecto.

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Una subida de dos escaños tampoco es para celebraciones como las de los brasileños del Real Madrid. Carlos Chivite ni siquiera ha corrido al banderín para arrancarlo de su suelo electoral, que es donde lleva años hincado, y alzarlo triunfalista para que lo vean Izquierda Unida y Nafarroa Bai. Espera poder levantarlo más alto para que el vigía de UPN no pueda quitárselo de la vista.

Una encuesta de la empresa CIES para “Diario de Navarra”,- intención de voto en 2007 -, modifica el panorama electoral de un modo previsible y razonable. En esencia, UPN cae poco y el PSN sube poco. CDN se quedaría en la mitad de su actual representación parlamentaria porque para votar a la franquicia, casi es mejor votar al mayorista. La ciudadanía cada vez identifica más CDN y UPN. El resto serían 9 para Nafarroa Bai, sin Batasuna en la contienda y 7 con Batasuna metido en el ajo. Todavía demasiada sopa de letras para el cambio de gobierno. Pero que UPN y CDN quedaran por debajo de la mayoría absoluta tampoco sería pequeño cambio.

Autor: Carlos Pérez Conde ("Comentario" del "Club de las 7" de la Cadena SER en Navarra).