
El mundo de Internet está lleno de soluciones prácticas a problemas realmente molestos. En nuestra obsesión (hablo en masculino, claro está) por el pene y sus diversas reacciones unilaterales leo en un foro la siguiente pregunta: ¿Qué hacéis cuando tenéis una erección en la playa? Si amigos, ¿qué Ser con apéndice incorporado no ha vivido nunca esa embarazosa situación en bañador? Por supuesto las reacciones de otros foreros no se han hecho esperar. He aquí una selección de algunas de las sugerencias:
- Media vuelta arr!!
- Hacer un agujero en la arena y darme la vuelta
- Pensar en Maria Teresa Fdez De La Vega. Si no baja pienso en Maria Antonia Iglesias
- Pedirle el movil a la causante de semejante erección
- Ponte boca abajo y haz campitos de golf-playa
El debate incorpora nuevas posibilidades del elemento en cuestión relacionadas con la incontinencia. Uno de los foreros recuerda con acierto que "en el mar no echan cloro, guarros". Pero sin duda mi mayor sorpresa viene al reconocer unos cuantos internautas que la solución al problema de erección en la playa está en llevar puesto, debajo del bañador, un calzoncillo. A tenor de las reacciones del personal es una opción bastante extendida que yo no conocía.
Por último, y ya fuera de la playa, se comenta otra de las más embarazosas erecciones: la erección escolar. Esa que inoportunamente tiene lugar segundos antes de que el profesor te llame a la pizarra. ¿Qué hacer en esos casos? "¡Para eso están las sudaderas con bolsillo en la tripa!", exclama uno de los participantes. Otro, que lo mejor es quedarse en el sitio... Claro que el riesgo es alto si la situación se repite. Corres el riesgo de que, como le sucedió al susodicho, el profesor se dirija a la clase en los siguientes términos: "Qué, ¿otra vez empalmau?"