viernes, octubre 14, 2005

Comentario: Club de las 7 (14/10/2005)

Y van 78.

Esa es la escalofriante cifra de muertos en las carreteras navarras en lo que llevamos de año. La muerte es lo irreparable, pero habría que contabilizar también la situación en que quedan muchos de los centenares de heridos en siniestros de circulación y las consecuencias anímicas, estructurales y económicas en familiares y allegados de todos los implicados.

El comportamiento en carretera es una manifestación más de convivencia social, de convivencia cívica: como en casa, como en el centro educativo o recreativo, como en el estadio deportivo, como en la comunidad de vecinos. Circular es convivir.

El número de accidentes de circulación con resultado de muerte contrasta con la multimillonaria inversión en vías de alta capacidad, mejora de viales y eliminación progresiva de puntos negros. Los accidentes registran, además, especial espectacularidad en las formas y crueldad en las consecuencias. Accidentes terribles con turismos destrozados y víctimas rotas a las que es necesario desatrapar de la chatarra.

Pasa a diario, como si la contemplación de las imágenes desoladoras pasara inadvertida a nuestra sensibilidad y a nuestra conciencia de conductores. Por lo común, la velocidad es excesiva, pero, sobre todo, es inadecuada. Las maniobras de adelantamiento en carretera dibujan con frecuencia pretensiones suicidas y, a la vez, amenaza de muerte para quien viene de frente. Se acosa al vehículo precedente, se le rebasa en maniobra brusca y se desafía la aproximación del que viene en la otra dirección. O se realiza un rosario de adelantamientos simultáneos en una recta hasta forzar al máximo el reingreso en el carril de sentido de marcha.

Casi nadie cede el paso tras haberse introducido en el carril de circulación lenta y reintegrarse al carril abandonado. Las rotondas demuestran la escasa utilización de los intermitentes. No conviene fiarse de los vehículos que se aproximan a un stop o a una señal de ceda el paso. Dudar de sus intenciones últimas constituye una actuación prudente.

Sumemos la ingesta de alcohol, el uso del móvil, el cansancio, la prisa, la distracción… y completaremos un panorama de alto riesgo cada vez que montamos en un vehículo a motor.

Circular es convivir. Van 78. ¿O habrá muerto alguien más en este par de minutos?

Autor:
Carlos Pérez Conde ("Comentario" del "Club de las 7" de la Cadena SER en Navarra).