lunes, noviembre 07, 2005

Impostora ("Meteoritos" 6/11/2005)

Baluarte. Sinfónica de Viena. No hay localidades. Los porteros franquean la entrada un cuarto de hora antes de la programada para el concierto. Colas previas de oyentes previsores y aglomeración de quienes apuran el reloj. La tocata a rebato de la megafonía expresa la fugacidad del tiempo: el ordenador se dispara y la voz pregrabada advierte de forma encadenada que faltan diez minutos para el comienzo del concierto, que faltan cinco y que el concierto está a punto de comenzar. De seguido. Tocata y fuga. La fuga de quienes se habían adentrado en los baños, espoleados o disuadidos en su necesidad por imperativo del reiterado anuncio. Al final, embudo en los accesos y retraso de casi diez minutos en el primer golpe de batuta, insólito en una formación centroeuropea. La sala debería disponer de un consultorio de atención primaria especializado en terapia de la tos. Picor de garganta y consiguiente emisión de la tos aquí y allá, en sala y en palco. Sin pañuelo a modo de sordina. Recurso al caramelo, el envoltorio se suma a la plantilla de instrumentos sonoros. Un oyente casi se ahoga en su intento inútil de contener la tos. Su sonido gutural está a punto de provocar una risa extendida. Parte del público se obstina en romper la unidad de la obra e intercala aplausos entre sus movimientos. Siseos de reprobación los abortan. La orquesta, excelente, regala propinas. Los culos inquietos las menosprecian. Parecen estar oyendo a Sabina: “y nos dieron las diez”. A las diez, en casa estés. Restricción voluntaria al goce de una calidad infrecuente. Salida. Llueve. La modelo colgada de la fachada de El Corte Inglés aguanta impasible el chaparrón. Es una impostora; bellísima, pero impostora. Suplanta a Barcina, la auténtica imagen de ese centro comercial en Pamplona. Si repite aspiración electoral, adoptará su lema: “Lo mejor, muy cerca de ti: Barcina, tu alcaldesa”. O tu presidenta, porque PP-Sanz se lo va a pensar. Mejor si pensara antes una remodelación de su gabinete como impulso final de legislatura. Algunos de sus consejeros están más tocados que la música de Turrillas este año de su centenario. UPN, feliz: Navarra, Comunidad líder en el fútbol español; Barcina nos ha traído El Corte Inglés; y lo más importante: ha sido niña. Habrá que acometer una reforma de la Constitución para erradicar el machismo de la línea sucesoria en la Monarquía. PP-Sanz podrá aprovecharla para proponer la supresión de la Transitoria Cuarta, la que regula los mecanismos de nuestra integración en Euskadi. Embarazosa situación para el PSN: o aborta su declaración de intenciones en ese mismo sentido, formulada el año pasado en el Parlamento, o la deja en la incubadora. Porque sus estrategias de pactos postelectorales no se las arrancan ni con cesárea.

Autor: Carlos Pérez Conde (Publicado en "Diario de Noticias" de Navarra el domingo 6 de noviembre de 2005).

Epidemia (Javier Marías)

De Javier Marías publicado en "El Pais Semanal".

Es algo agotador. Cuantos escribimos en prensa lo sabemos bien, y estamos acostumbrados, qué se le va a hacer si mucha gente se empeña en tomar la parte por el todo, el ejemplo por la norma, el caso por el emblema. Uno critica una decisión judicial (o varias, tanto da), y recibe cartas muy indignadas de jueces diversos que, de manera harto alarmante, se han dado por aludidos; uno menciona lo desconsiderados que son algunos guías turísticos con sus altavoces desproporcionados, y le llegan misivas de colegas suyos tremendamente ofendidos y que exigen “respeto para su profesión”; uno habla de ciertos jóvenes que causan destrozos y gritan como desaforados a las cinco de la mañana, y un buen número de “coetáneos” le escupen sus quejas y le comunican que ellos no se comportan así (y si no lo hacen, se pregunta uno, ¿por qué se han sentido agraviados?); uno cuenta sus dificultades para mandar un libro a una cárcel y le llueven furibundas protestas de funcionarios de prisiones (los llamaré por esta vez como ellos quieren), que lo insultan por “denigrar su sacrificado oficio”; uno, en fin, utiliza coloquialmente el término “soplagaitas” y le caen considerables broncas por parte de los gaiteros; y si opta con guasa por “soplador de vidrio”, entonces son los de este menguado gremio quienes se enfurecen. Y así hasta el infinito. Es lo que se llama corporativismo o gremialismo, una de las reacciones más nocivas y corruptas que en verdad puedan darse. Porque equivale a amparar cualquier abuso, cualquier ilegalidad o delito, cualquier grosería y cualquier daño cometidos por alguien del cuerpo o gremio de que en cada ocasión se trate. Si la denuncia o la crítica de la mala práctica de uno son tomadas por ofensa a todos, se está justificando al infractor, o al estafador, o al chulo, o al necio, y se lo está animando a que siga, a que no se enmiende, que aquí estamos todos tus troncos para defenderte, aunque tu proceder haya sido indefendible. A eso se lo llama corrupción o compadreo, no hay otro nombre.

Pero lo más agotador no es eso, o a eso ya se está hecho, como he dicho. Lo más agobiante, y lo que día a día se extiende y crece, es lo que podría denominarse “corporativismo geográfico”, y esto no es sólo nocivo y corrupto, sino que además posee un componente irracional y fanático (tanto como el corporativismo religioso) y es extremadamente peligroso. En los últimos años he censurado a menudo a la administración de Bush Jr, y a raíz de ello me he encontrado con compatriotas suyos que, al oírme elogiar algo de su país (a un escritor, a un músico, hasta una tradición ya remota), se han sorprendido y aun escandalizado: “Creía que no te gustaban los americanos” (así, en general y en universal). Un día acusé de cicatería a varios suplementos de libros latinoamericanos, y ya me han salido periodistas chilenos o argentinos que en respuesta se han metido con … España … y Europa; dicho sea de paso, errando del todo el blanco, porque soy el primero en admitir que en mi país y en mi continente se practica la cicatería, lo cual no impide que también se practique en casi todos los demás sitios. Otro domingo, de pasada, tildé de estúpida o sandia la llamada tomatina de un pueblo de Alicante o Valencia (ya me dirán: se compran y se desperdician –no es que sobren– toneladas de tomates para que la muchachada se embadurne con ellos y se los tire al prójimo), y no me han faltado injurias por “despreciar” a ese pueblo y a la región valenciana entera: demasiadas personas no diferencian entre llamar a un lugar estúpido –nunca se me ocurriría– y comentar que sus habitantes y visitantes se conducen estúpidamente un día al año (desde mi discutible punto de vista, no debería ser necesario añadirlo). Es una verdadera plaga, y hasta en un lugar como Madrid, tradicionalmente a salvo de las susceptibilidades patrióticas, se me reprocha que señale el calamitoso estado de la ciudad, innegable, debido a sus locas obras. “Cómo ataca usted a mi ciudad”, me riñen, olvidando que también es la mía y que al denunciar la actual situación (bueno, ya vieja), lejos de atacarla la estoy defendiendo.

Podría no acabar nunca con los ejemplos, pero los agotaría a ustedes.

La pérdida de la ligereza y del sentido del humor son en sí graves. Pero más lo es que tanta gente no sea capaz de ver lo malo que hay en todas partes, esto es, cada cual en la suya, grande o chica, continental o aldeana. Llevo semanas absteniéndome de decir que el proyecto de Estatuto salido del Parlamento catalán me parece que contiene cosas justas y razonables, pero que también está teñido de vanidad, frivolidad y puerilidad. Supongo que ya adivinan por qué me he abstenido, es sólo un ejemplo. Si manifestara eso, no me estaría metiendo con Cataluña, a la que tengo agradecimiento y mucho admiro, sino con sus políticos vanidosos, frívolos y pueriles, que, por mucho que hayan sido elegidos, y que les gustara serlo y aun lo pretendan, no son ni serán jamás “Cataluña”. Pero quién explica eso hoy, convincentemente, en medio de esta imparable epidemia de corporativismo geográfico.

Harriet (Manuel Vicent)

De Manuel Vicent en la contraportada de "El Pais" el domingo:

Dejando a un lado a las amebas, que son inmortales, la criatura más vieja del planeta es la tortuga gigante Harriet, que va a cumplir 175 años. Vive en Australia, es hembra y todavía ovula. Se supone que esta tortuga nació en una de las islas Galápagos, y fue uno de los tres ejemplares que se trajo Darwin a Inglaterra, en 1836, al finalizar su expedición en el buque Beagle. Sus dos compañeras murieron a causa de las inclemencias del clima de Londres, pero Harriet fue trasladada a Australia, donde ahora, según cuentan, a veces saca la cabeza del caparazón y la vuelve a esconder enseguida porque no le interesa nada de lo que pasa en este perro mundo. No es el metabolismo, sino esta sabiduría la que le ha permitido vivir tantos años. Hasta que Darwin no estableció la Teoría de la Selección Natural, la mayoría de los geólogos se adherían a la Teoría de la Catástrofe, según la cual, en este planeta ha habido sucesivas creaciones de vida animal, que han sido destruidas por una catástrofe repentina, por inundación, terremoto u otra convulsión cualquiera. La última catástrofe fue el diluvio universal, que eliminó todas las formas de vida, excepto la de los seres que se refugiaron en el arca de Noé. Esta tesis afirma que las especies fueron creadas inmutables, una a una, sin capacidad para cambiar con el paso del tiempo, como algunas personas que todos conocemos. Pero la teoría de la selección natural afirma que las crías de cualquier especie compiten duramente por la supervivencia y las que sobreviven a este esfuerzo transmiten a la próxima generación algunas variaciones naturales para adaptarse al medio. Esta teoría de Darwin, extraída de la vida de ciertas tortugas, puede ser rebatida si uno analiza el comportamiento de algunos ejemplares humanos, que si bien no son galápagos, llevan a cuestas un caparazón inmutable. La tortuga Harriet es una futurista comparada con algunos políticos, con algunos obispos, con algunos jueces, que parece que acaban de abandonar el arca de Noé, dejando atrás del diluvio universal no más que sucesivos estratos de fósiles. Pero basta con mirar alrededor para comprobar que hay fósiles con traje y corbata que hablan en la tribuna del Congreso de los Diputados, presiden simposios, escriben en los periódicos e incluso toman el aperitivo a tu lado. A estos galápagos humanos no los estudió Darwin; en cambio, son los únicos seres que contradicen la evolución de las especies, aferrados como están a la tesis de la catástrofe.

Liga ACB: Unicaja Málaga 87 - TAU Baskonia 76 (J6)

Preguntaba hace un par de semanas la web oficial de la liga ACB quién sería de TAU, Pamesa, Barça y Joventut(¿?) el último en perder la imbatibilidad. Mi apuesta ha caido en la penúltima ronda. Aposté TAU, cayeron los otros dos pero no el Barça. Y es que en Málaga el Baskonia ha recibido un baño de triples, nada menos que 12, que han dinamitado el partido en el tercer cuarto.

No ha estado fino el conjunto de Pedro Martínez. Todo lo contrario, al fin, que el Unicaja de Sergio Scariolo que ha arrancado la temporada dubitativo, con estrellas como Marcus Brown sembrando dudas, pero que, tras un combativo partido de Euroliga el jueves pasado en Madrid, ha afinado la máquina para arrollar en algunos momentos en que parecía que la derrota baskonista podía ser de hasta 20 puntos.

Los malagueños han realizado un partido completo como conjunto, han repartido la anotación entre cuatro de sus hombres fundamentales, Brown, Garbajosa, Herrmann y Cabezas, este último especialmente acertado en la dirección y ritmo de partido.

En el TAU ha sobresalido la estadística de Luis Scola con 29 puntos y 9 rebotes, aunque el equipo se ha podido ver algo mermado por las rápidas faltas personales de su base Pablo Prigioni, quien al igual que el pasado miércoles en Euroliga, ha vuelto a salir desde el banquillo en beneficio de un jugador en fase de "aprendizaje" como es Roko Ukic.

Anotadores: Cabezas y Garbajosa (18); Luis Scola (29)
Rebotes: Garbajosa (8); Luis Scola (9)
Asistencias: Pepe Sánchez (4); Pablo Prigioni (7)

Clasificación:
F.C. Barcelona (6), TAU y Akasvayu (5), Joventut (4), Unicaja, R. Madrid, Gran Canaria, Manresa, Breogán, Pamesa, Bilbao, Fuenlabrada, C.B. Granada, Etosa Alicante (3); San Fernando (2), Llanera Menorca y Adecco Estudiantes (1) y Forum Valladolid (0)