Estoy mirando mi mesa y ésta presenta un aspecto devastador. Todos los martes noche la misma fotografía. Tras lunes y martes escribiendo relatos, preparando y grabando la música del "Club de las 7" y montando las dos horas de "Club de Jazz" ya no queda en ella ni un milímetro libre. Todo lleno de discos, de libros, de hojas, cables, micrófonos, altavoces... Y como no estoy dispuesto a ponerme a limpiar como el martes pasado hasta casi las cuatro de la mañana he decidido vomitar palabras sobre el teclado para intentar gastar las energías que el cansancio mental de dos días al límite me regala.
Claro que no es fácil conciliar el sueño cuando todo lo que te rodea está excitado. Uno se levanta, enciende la radio y la primera palabra que escucha es "Maragall". Estatut, Estatut, Estatut, gripe aviar, pescadores, Maragall, gripe aviar, Estatut, PP, PP, PSOE.... y así todo el día. La última palabra que he escuchado en la radio hoy ha sido "Maragall". Y ahí ya no le he dado más oportunidad y la he apagado de golpe. Joseba, la verdad, no sé si la radio está muerta... pero que algunas veces entran ganas de matarla, ¡eso seguro! En fin, que todo por no hablar de lo que preocupa al personal... que para eso no hay solución. Pa joder la manta hay tiempo siempre. Para eso, todo el del mundo.
Pero no pasa nada. Siempre nos quedará el Baskonia-Car y ese jamoncito que mañana tu santa madre (Joseba) nos va a regalar para degustar baloncesto de pata negra. Eso sí Joseba, calladito, más te vale estar calladito. Te llevaremos el bozal por si acaso que la voz vale su peso en oro. Y quizá deberíamos pensar en llevarte la camisa de fuerza, no vaya a ser que pulule por allí algún fotógrafo de Marca. Que ya sabes lo que pasa luego. Por cierto Joseba, algunos trámites suelen agilizarse con un buen jamón de esos... por comentar.
Voy a intentar meterme en la cama y conciliar el sueño. Lo malo es que habitualmente tengo ese problema, que mi yo y mi sueño intentan conciliarse. Y esa no debería ser la ocupación en la cama. Pero, qué le vamos a hacer. Cada cual tiene su sanbenito. Además, me da miedo cerrar los ojos. Cada vez que lo hago, desde hace una semana, aparecemos Joseba y yo con los bocatas de jamón esperando a Moisés para ir a ver al TAU. Y que Moisés no llega, y que no llega, no llega y llega tarde... y salimos tarde... y nos quedamos sin gasolina... y... buenas noches.