Artículo de Ramón Trecet sobre el basket y los medios (II)
Esta es la continuación del artículo de Ramón Trecet publicado en www.basketconfidencial.com y que se puede volver a leer haciendo click aquí.
Estamos en 1998 y el baloncesto ACB tiene una temporada más de contrato con TVE. La idea es continuar con la cadena pública mejorando condiciones, pero en ese momento la ACB recibe una primera oferta de Canal Plus que inicialmente triplica las cifras de TVE. Esa propuesta está basada en planteamientos estratégicos que impulsa el nuevo director de Canal Plus, José Manuel Lorenzo, y que hace suyos el jefe supremo de todo el Deporte del Grupo Prisa, Alfredo Relaño. Relaño ha sido el artífice del éxito de José Ramón de la Morena y “El Larguero”, de la compra de la Liga de fútbol para Canal Plus, de la puesta en marcha del canal Sportmanía y de la nueva línea del diario `As´. Su influencia es total, excepto en `El País´, donde Santiago Segurola mantiene su independencia y su capacidad contrastada. A Relaño no le gusta el baloncesto, pero sabe perfectamente el poder de atracción mediática que tiene el deporte de la canasta. Ha iniciado su despliegue comprando los derechos de la NBA y cuando José Manuel Lorenzo le presenta el proyecto de hacerse con los derechos de la ACB, estudia el planteamiento entre sorprendido y divertido. Es la primera vez que dentro del `holding´ Prisa alguien tiene una iniciativa deportiva… aparte de él, claro.
La idea de Lorenzo es sólida y Relaño decide apoyarla. Sus relaciones con el jefe de Deportes de TVE, José Ángel de la Casa, son excelentes. Tan excelentes que a día de hoy un hijo de De la Casa, Juanma, trabaja de comentarista futbolístico en Digital Plus. Cuenta también a su favor lo poco que a De la Casa y a su segunda, Mari Carmen Izquierdo, les gusta el baloncesto. Además, Izquierdo mantiene una relación profesional nefasta con Eduard Portela, presidente de la ACB. La química no existe entre ellos, y eso va a dificultar las comunicaciones de manera notable. TVE empieza a tener los presupuestos controlados por la SEPI, y eso, unido a lo anterior sitúa las negociaciones en un clima inmensamente favorable a los intereses de Canal Plus: oferta millonaria, mejora de medios técnicos notable y tratamiento del baloncesto con el respeto que merece el segundo deporte del país.
TVE no está en condiciones de igualar la oferta y hace tiempo que sus responsables deportivos le han perdido el respeto al baloncesto, pero la ACB tiene temores a la hora de enterrar el deporte en un canal de pago. No sabe las consecuencias (ahora sí las conocemos) que eso puede traer e intenta por todos los medios que TVE mejore su oferta. No le importa a la ACB cobrar menos en TVE; quiere seguir en abierto porque observa lo que le ha pasado al balonmano y hay temor, pero ahí surgen los problemas de comunicación con la cúpula deportiva de TVE a los que antes me he referido.
Finalmente, ante la falta de respuesta de TVE, la ACB firma por cuatro años con Canal Plus por una cantidad total cercana a los 6.000 millones de pesetas. No me extraña que en las semanas posteriores a la firma del contrato la prepotencia les hiciese tratarnos a los comentaristas de TVE, que nada habíamos tenido que ver con aquello, como si fuésemos parias.
Ya tenemos a la ACB en Canal Plus. Doce cámaras en cada retransmisión; cámaras de cabeza caliente, superlentas, cenitales… el despliegue técnico es espectacular. Hay un prepartido cargado de reportajes, entrevistas, estadísticas… Epi de comentarista estrella. Un postpartido tan espectacular como el `pre´… En fin, un sueño. Pero hasta ahora nadie sabe lo que pasa dentro de un agujero negro como ese que dicen existe en el centro de nuestra galaxia. Sí sabemos, sin embargo, lo que sucedió cuando la ACB se enterró en el agujero negro de la televisión de pago.
La luna de miel dura una temporada. Al final de la misma se plantea la supresión del programa resumen de los lunes. Y empiezan a suceder cosas. La más importante, que los directivos de Prisa consideran que la inversión ha sido un fracaso y buscan responsables. El 12 de enero de 2004, seis meses después de la ruptura de relaciones ACB-Canal Plus, José Manuel Lorenzo, director de la cadena, presenta su dimisión. Previamente, en el periodo abril-setiembre 2003, ha tenido lugar un drama digno de Lope de Vega y, nuevamente, los protagonistas son los mismos de cuatro años antes, más Josep Senespleda, director general de la ACB, y Juan Menor, director de TVE desde octubre de 2002.
Así que tenemos: por parte de Canal Plus, a José Manuel Lorenzo y a Alfredo Relaño, cuyos poderes pueden equipararse a los de Karl Rove en el gobierno Bush. Por parte de TVE, a Juan Menor, director de TVE, y nuevamente a José Ángel de la Casa, que con el paso del tiempo y con su salud muy quebrantada ha delegado gran parte de sus funciones en Mari Carmen Izquierdo, que sigue llevándose fatal con Eduard Portela, que negociará junto a su nuevo director general, Josep Senespleda. Siete ejecutivos en una negociación a tres bandas.
Un año antes, 2002, José Manuel Lorenzo había hecho una oferta de renovación de 2.000 millones de las antiguas pesetas que la ACB había rechazado. Visto con la perspectiva que da el tiempo, resulta increíble rechazar una oferta así, habida cuenta de cómo han ido las cosas, pero también nos sirve para calibrar las posiciones de las partes.
Por Canal Plus, Relaño, sabiendo que sus jefes buscan un chivo expiatorio en la mejor tradición de las corporaciones mundiales e intentando que sea Lorenzo y éste a su vez adoptando la medida de acelerar y adelantarse, con la renovación como tapabocas definitivo. No se renueva y por tanto Lorenzo llega a la negociación fuera de juego.
Por TVE, De la Casa estaba en circunstancias personales difíciles y su segunda, Mari Carmen Izquierdo, en ese año 2003 se está postulando como secretaria de Estado para el Deporte en las cercanías del candidato a la presidencia por el PP, Mariano Rajoy. Recordemos que en aquel momento un triunfo del PP se consideraba seguro en el ámbito de la política. Y precisamente con esa persona tan potencialmente poderosa, la ACB y particularmente Eduard Portela, su presidente, se lleva fatal, hasta el punto de que hay veces en que Portela llama a Torrespaña personalmente, e Izquierdo no se pone al teléfono. Así de sencillo.
Portela y Senespleda han comenzado a darse cuenta del inmenso daño que les causa a todos los deportes excepto al fútbol permanecer años fuera de la televisión en abierto. Lo que yo llamo el agujero negro. Si no renuevan con Canal Plus, la vuelta al abierto puede ser un tremendo `shock´, cosa que estamos comprobando en estos momentos. Durante los 4 años de ACB en el Plus, el único baloncesto en abierto que se ha visto ha sido el de la selección, y los índices de audiencia han sido siempre excelentes.
En el periodo abril-setiembre 2003 suceden las siguientes escenas del drama:
1.- Aproximación de la ACB a TVE, con Senespleda y Juan Menor como protagonistas llegando a prometedores acercamientos.
2.- Canal Plus pasando de ofrecer 2.000 millones un año antes a retirarse abruptamente de la negociación, al ponerse Relaño al frente de la operación de culpabilizar del fracaso a José Manuel Lorenzo, como tendremos ocasión de comprobar en la famosa entrevista De la Morena-Relaño contra Querejeta de setiembre 2003 en `El Larguero´.
3.- La ACB que presenta a bombo y platillo la temporada 2003-2004 por la mañana… Para suspender la competición por la tarde en un a modo de extraña huelga patronal porque… no han llegado a un acuerdo todavía con TVE.
4.- La entrevista: Clave para entender lo que desde entonces ha hecho el periódico `As´ con el baloncesto.
La función más importante de la existencia de la ACB como organización de especialistas sostenida por los fondos de los clubes miembros es la obtención de un buen contrato televisivo. Todo lo demás palidece ante la magnitud de esa cuestión. En setiembre-octubre de 2003, la ACB, que había vivido en una burbuja el cuatrienio anterior, chocó brutalmente contra la realidad y, como resultado del dolor del choque, se comportó erráticamente durante diez días, con actuaciones como estas:
a) Pidió ayuda a la Administración para resolver un tema puramente comercial sobre el que dicha administración no tiene ninguna jurisdicción.
b) Se declaró en huelga contra sí misma creyendo que el impacto social del baloncesto era muy importante; descubriendo a cambio que su presencia social había quedado disminuida profundísimamente como consecuencia de su permanencia en el agujero negro de la televisión de pago.
c) Contempló cómo su antiguo socio, Canal Plus, enmascaraba el fracaso de la cadena y sus ejecutivos a la hora de proyectar y promocionar el deporte, echándole la culpa al baloncesto de tener bajas audiencias. Este último punto tuvo su momento culminante en la entrevista que durante el periodo de interrupción de la competición le realizó José Ramón de la Morena a José Antonio Querejeta, presidente del Tau y miembro de la Comisión Negociadora en `El Larguero´. Sólo que no fue así. Cuando Querejeta llegó, se encontró con una acción coordinada de tres empresas del grupo Prisa para usar la audiencia y la credibilidad del programa para ocultar las responsabilidades de sus ejecutivos, culpando a la ACB de tener poca audiencia, sin que en ningún momento se analizase la cuestión más profunda; esto es, el efecto, ahora sabemos que enormemente pernicioso, que tiene que un deporte desaparezca de la televisión en abierto.
Fue mas o menos así: Un ejecutivo de una de las empresas de Prisa, Alfredo Relaño, director de `As´, utilizando la amplificación de otra de las empresas del grupo, la cadena Ser, para hablar de la tercera de las empresas Prisa, Canal Plus. Si la entrevista era en la Ser, pues que preguntasen periodistas de Ser. Si la cuestión a debatir era el baloncesto y Canal Plus, que hubiese estado por ejemplo el jefe de Deportes de Canal Plus para debatir la cuestión, o el director de Canal Plus, a la sazón todavía José Manuel Lorenzo, que había sido el que tuvo la iniciativa de que Canal Plus comprase el baloncesto ACB, pero no fue así. Fue el director de As, con una lista de estadísticas e índices de audiencia y diciéndole a Querejeta, y de paso al millón y medio de oyentes de `El Larguero´, que no les habían renovado porque daban muy baja audiencia. No añadió “Y como yo también recomendé la compra en su momento, me siento responsable y dimito”, sino que basándose en los datos justificó la no renovación del contrato. El director de `As´, no el de Canal Plus. En `El Larguero´, con su director, José Ramón de la Morena, que le debe todo a Relaño, sentado allí como testigo. Relaño utilizó la entrevista con Querejeta para decir públicamente: “Es el baloncesto; no nosotros, que hemos hecho todo lo posible”.
Coordinado todo consecuentemente, no nos puede extrañar que desde ese momento y hasta ahora mismo, el diario `As´ haya dedicado las energías y la creatividad de uno de sus subdirectores, Juan Mora, para matar dos pájaros de un tiro: mientras dan a conocer las cifras que retratan la disminución del atractivo del baloncesto como deporte televisado, cosa que es cierta, usan esas cifras a la baja para prolongar la justificación de su decisión de no renovar el contrato; no señalan como causa el tremendo impacto negativo que se produce cuando un deporte desaparece de la televisión en abierto. En el año 1999 no lo sabíamos, pero ahora sí. Ellos también lo saben, hasta el punto de no parar hasta tener una televisión en abierto. Empeñados en justificar su fracaso gestionando el baloncesto en Canal Plus, incluso se permiten dar consejos ex cátedra para mejorar lo que ellos dejaron hecho unos zorros
Y ahora han dejado también la Euroliga, que también ha sido adquirida por TVE. Y esa es una nota de esperanza en medio de todo este galimatías que os estoy contando. TVE vuelve a tener la ACB y la Copa de Europa. Acaba de perder la Champions de fútbol a partir de la temporada que viene y, por tanto, el baloncesto pasa a ser un deporte muy importante en la estrategia de la cadena. Pero lo más importante es que ahora como director de Deportes está una persona que respeta el baloncesto y es un excelente profesional. Pedro Barthe tiene ante sí una ingente tarea. ¿Hace cuánto que no nos sentamos un jueves a ver un buen partido de la Copa de Europa? Recuperar la costumbre va a llevar mucho tiempo y la audiencia va a volver con mayor lentitud de lo que pensamos. La oferta de deporte de calidad es extensa y variada en este momento. Pero en el cuaderno de bitácora de este barco hay que anotar que por primera vez en mucho tiempo el viento es favorable en el largo viaje de regreso a casa.
posted by Apatico 2005 @ 1:26 a. m.
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