jueves, enero 26, 2006

Comentario: Club de las 7 (24/01/2006)

Más frío hizo el sábado a mediodía.

El frío de la acogida popular al acto convocado por el Foro de Ermua fue helador en comparación con las bajas temperaturas de este invierno. Los concentrados podrían haber cantando esa bilbainada de “somos cuatro amigos que aquí hemos llegado”, cuatro amigos añorantes de la España una, grande y libre que cantaron los bertsos de clausura. El águila imperial del escudo preconstitucional sobrevoló en el imaginario colectivo de los congregados mientras escuchaban el himno nacional. No defecó sobre la matrona del Monumento a los Fueros porque los organizadores hicieron la maniobra estratégica de suprimir en última instancia la mención a los privilegios fiscales y financieros contenida en el punto quinto de su manifiesto. No por convicción, sino por conveniencia oportuna y oportunista. Habían tenido casi tres meses para rectificarlo desde su presentación en Madrid; en la Puerta del Sol, donde se ponen en hora los relojes de España. Mantuvieron lo de las asimetrías competenciales, concepto que habría asimilado con toda seguridad lo suprimido, porque ya me dirán qué mayor asimetría que la competencia recaudatoria.

Allí estaba Del Burgo, convencido de que está el peligro la unidad de España. Quizá porque el Reyno de Navarra renace, resurge. De momento, con discreción: en el campo de fútbol de Osasuna y en la promoción turística de nuestra Comunidad. Por ahí se empieza, se sigue por las competencias plenas de tráfico y se termina acuñando moneda propia.

Allí estaba Juan Ramón Corpas, único miembro del Gobierno de Navarra presente en el acto. El que menos cabía esperar con respecto a su biografía política; o el que más, porque los conversos radicales irradian un entusiasmo parejo a su mutación ideológica. Quizá el consejero de Turismo los confundió con un grupo de turistas recién bajados de los autobuses y se acercó para ilustrarlos sobre el Camino de Santiago. Santiago se cayó del caballo al sentir la luz de la revelación divina como Corpas se cayó del guindo ideológico al sentir la luz del poder y del pragmatismo económico.

Y un dato tranquilizador: la ausencia del consejero José Ignacio Palacios no guardó relación con discrepancias ideológicas. Estaba de viaje en la República Democrática del Congo. No por exilio voluntario a una República Democrática sino en visita de supervisión del uso dado a las ayudas navarras.

Autor: Carlos Pérez Conde ("Comentario" del "Club de las 7" de la Cadena SER en Navarra).