viernes, septiembre 23, 2005

Comentario : Club de las 7 (23/09/2005)

El rector de la Universidad Pública de Navarra, Pedro Burillo, compareció en sede parlamentaria a propuesta de Eusko Alkartasuna, formación nacionalista que le acusa de incumplimiento de la normalización del euskera en el centro. Pedro Burillo fue consejero de Educación en aquel efímero tripartito de 1995, ocupó asiento entre los consejeros socialistas y compartió gabinete foral con la formación política que ahora denuncia su inacción.

Pedro Burillo no era el candidato a rector de la devoción de UPN, que ahora, junto al PSN, le respaldó en su intervención parlamentaria. La política lingüística es habitual punto de encuentro entre regionalistas y socialistas. Aralar, sin embargo, echó de menos el garbo transformador exhibido en su perfil de candidato.

Pedro Burrillo ha fracasado en su política del euskera en la Universidad Pública desde el momento en que le presentaron la dimisión su propio adjunto para el tema y todos los vocales de la Comisión de Planificación Lingüística. Burillo reconoce la dificultad grande de encontrar un nuevo adjunto a rector que se ocupe de tan espinoso asunto. Adelanta que se deben conocer antes la realidad del euskera en el centro (llama la atención que andemos todavía así), los recursos materiales y humanos y la asignación presupuestaria, que dependerá del convenio con el Gobierno.

Pedro Burillo establece un principio de actuación: la planificación lingüística debe hacerse con criterios académicos, no con sentimientos. La teoría parece impecable desde el punto de vista de la gestión, pero el euskera se merecería también la sensibilidad de un grado razonable de discriminación positiva como herramienta docente y de comunicación también en la enseñanza superior. La Universidad no es sólo una empresa mercantil. Su cuenta de resultados en aprovechamiento académico, colocación de titulados, prestigio nacional e internacional, inserción en la sociedad, investigación… incluye también su contribución a la riqueza idiomática de su Comunidad matriz.

Pedro Burillo se duele de no haber sabido transmitir otros problemas como la integración de la Universidad Pública de Navarra en el espacio universitario europeo. Por éste y otros asuntos le gustaría ser de igual modo llamado al Parlamento.

Si los criterios académicos, desprovistos de sentimientos y de empatías ideológicas, son la guía de las actuaciones universitarias, observemos hacia atrás (cómo se dotó el claustro de profesores del centro) y hacia delante (a ver en qué termina lo del campus de Tudela). Comprobaremos que no todo son criterios académicos.

Burillo deja la impresión de que pretende nadar en el Rectorado mientras guarda la ropa de la enemistad del Gobierno.

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Ojos que no ven, corazón que no siente.

Así debió pensar la mayoría gobernante al oponerse en el Parlamento a que la Comisión de Educación de la Cámara visite los colegios públicos Ezkaba, Mendialdea y Patxi Larrainzar y compruebe su situación y sus aulas en módulos prefabricados o barracones.

Como Mahoma no irá a la montaña, el grupo parlamentario de Aralar pedirá que los equipos directivos y las asociaciones de padres y madres tengan audiencia parlamentaria.

Uno de los más elementales compromisos morales de los políticos consiste en personarse cuantas veces haga falta en lugares con problemas.

Autor: Carlos Pérez Conde ("Comentario" del "Club de las 7" de la Cadena SER en Navarra).