Comentario: Club de las 7 (2/11/2005

El último Comité Regional del Partido Socialista de Navarra-PSOE tuvo alguna semejanza con la procesión pamplonesa de Viernes Santo: el secretario general, Chivite, se sintió como “El Cristo alzado”,- aupado, a su juicio, por una creciente confianza interna-, y un tercio de los asistentes, penitentes, según ellos, de la gestión de la actual dirección, se comportaron como si estuvieran en la Procesión del Silencio: ni abrieron el pico.

La comunicación oficial de la reunión ejerció la propaganda más que la información y resaltó que la resolución política presentada por la Ejecutiva tuvo 100 votos a favor y 2 abstenciones. Al parecer, quien no vota no existe.

El caso es que algo menos de un tercio de los miembros del comité, los críticos con la actual dirección del partido, optaron por no pedir la palabra y por no votar. Les pareció una forma discreta de expresar su malestar. Prudente, también, porque consideran que la manera de buscar la unidad desarrollada por Carlos Chivite consiste en hacer desaparecer al discrepante en lugar de integrarlo.

Sin alboroto, sin crispación, pero discrepantes. Voto de silencio, que no de obediencia.

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Motivos de felicidad.

El osasunismo tiene un motivo de felicidad: el equipo encabeza la tabla clasificatoria de la Primera División, de la conocida como Liga de las Estrellas. Más regular que el Barcelona y menos malo que los 18 equipos restantes. La circunstancia es histórica. Aun así, el campo no se llenó.

El consumismo tiene un motivo de felicidad: El Corte Inglés ha abierto sus puertas en Pamplona. El primer día, lleno a reventar. Muchos promotores quisieran recibir de la Administración las mismas facilidades en materia de edificabilidad y de ocupación viaria. No sé cómo el gran cartel no exhibe a la alcaldesa en lugar de la rubia modelo. La leyenda de la placa inaugural está escrita en castellano. Sólo en castellano, ni siquiera… en inglés.

Unión del Pueblo Navarro tiene un motivo de felicidad: ha sido niña. Habrá que modificar la Constitución española para corregir la línea sucesoria de la Monarquía. UPN podría aprovecharlo para proponer la supresión de la Transitoria Cuarta (fórmula de integración en Euskadi). Pondría al PSN en la disyuntiva de abortar aquella embarazosa situación de apoyar de palabra esa tesis (ocurrió en el penúltimo debate sobre el estado de la Comunidad) o de romper aguas y que el PSOE vote a favor.

Autor: Carlos Pérez Conde ("Comentario" del "Club de las 7" de la Cadena SER en Navarra).