Comentario: Club de las 7 (13/09/2005)

Miguel Sanz parece notar cierto inquietante temblor en la estabilidad de su silla presidencial. Le tranquiliza algo, no obstante, que el socialista Carlos Chivite se comporta como si estuviera dispuesto a hacer de colchón que amortigüe la hipotética caída.

Así que Sanz está ya en campaña electoral. El que se adelanta, canta; y al político corellano le gusta mucho cantar. Por una parte, evita el malestar de miles de funcionarios sanitarios y de otros trabajadores de los centros sanitarios públicos de la zona hospitalaria al retirar a su Gobierno de la proyectada reordenación del aparcamiento en superficie y del proyectado aparcamiento subterráneo. Apoya su decisión en un estudio técnico relativo al número de plazas, que, paradójicamente, con la reordenación irían a menos.

Apesta a falsedad, a mentira de conveniencia.

Las comparecencias del consejero Cervera y de la Alcaldesa Barcina estaban también apoyadas en estudios de viabilidad, el pliego del concurso de adjudicación de las obras estaba redactado y las parcelas municipales, cedidas al Ejecutivo Foral.

Por otra parte, la alcaldesa Barcina ha anunciado su intención de que el Ayuntamiento afronte la obra en solitario. La credibilidad del anuncio tiene la doble fragilidad de la falta de un proyecto y de un plazo para el inicio de las obras. Más que un compromiso serio parece un urgente lavado de cara de la imagen de la alcaldesa. En todo caso, el Ayuntamiento estaría dispuesto a recurrir al subsuelo de viales cercanos si hiciera falta. ¿No se le alcanzaba esa solución al insolvente argumento de Sanz? ¿Se animaría Yolanda Barcina a expresar en público lo dicho por el presidente Sanz en reciente sesión del Comité Ejecutivo de UPN?

Además de evitarse tensiones con miles de trabajadores de la zona, que ahora aparcan con facilidad y sin costo, Miguel Sanz se ha desmarcado del PP en el asunto de la financiación de la Sanidad; eso sí, tras asistir genuflexo a la reunión previa de presidentes autonómicos del Partido Popular convocada por Mariano Rajoy. Sanz salió de la Conferencia de Presidentes como unas castañuelas, aliviado en 30 o 40 kilos de euros en nuestra aportación al Estado. Entró airado y salió airoso. Chivite se ha confesado encantadísimo, sin darse cuenta de que ha puesto el pobre morral de votos socialistas tan cerca de Sanz, que éste puede comerle algunos con este tipo de actitudes electoralistas.

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Pamplona celebra el Privilegio de la Unión (8 de septiembre) con una Misa como acto central de la jornada, con ofrenda floral en el mausoleo de la Catedral dedicado a Carlos III, el Noble, el monarca que lo otorgó. Los diferentes Burgos,- barrios diríamos ahora-, quedaron así unidos. El Privilegio de la Unión se sigue conmemorando en unos tiempos en los que la unión social parece privilegio inalcanzable en esta Comunidad dividida y divisora. Las conmemoraciones oficiales públicas tendrían que ir adquiriendo un tinte laico y cívico. No se puede estar en Misa y repicando el carácter constitucional de Estado no confesional.

Autor: Carlos Pérez Conde ("Comentario" del "Club de las 7" de la Cadena SER en Navarra)