Ración de cosas varias

No recuerdo muy bien. Era de noche en una zona que se asemeja a un valle abierto e iluminado por la luna. Una alambrada me separa de no sé muy bien qué. En esa alambrada una puerta en la que me esperan dos perros. Yo tengo las llaves y los perros se impacientan. Uno de ellos salta y me muerde la mano juguetón. Le pego una patada. Consigo abrir la puerta de la valla tras la cual se encuentra una moto. De la moto se cae el casco por una especie de sumidero. Justo en ese instante se escucha una voz que dice: "No estoy de acuerdo con Ron Howard". Y me despierto con la nariz taponada a las 3:30 de la madrugada, sin poder respirar. ¿Quién no está de acuerdo con el director de "Apolo 13", "Una Mente Maravillosa" o "Un Horizonte muy lejano"?

Vengo de comprar cartuchos de tinta para la impresora. En la tienda habitual van a cambiar la informática por los videojuegos, según me avisa el dependiente. Justo al lado de la puerta de entrada un adolescente ya no tan adolescente masacra enemigos en un juego de guerra. Lo hace compartiendo la sangría sonora por todo el recinto. Mientras el dependiente me atiende, un adolescente, éste sí adolescente en grado sumo, intenta balbucear una frase que yo aquí transcribo tal cual el chaval quería sonara: "¿Por qué no funciona esa Play?". Tras varios intentos infructuosos el "otro" dependiente le entiende. Sin duda sabe manejarse mucho mejor en el idioma del mando de la "Play" que en el de las palabras humanas. Recupero una gran sentencia de un sabio: "Vosotros, sois el futuro de nuestra sociedad".

Y recupero por último una experiencia cuasi-mística de mi visita reciente a Santander. Tras tomar unas cervezas por ahí con mi amiga Gema y sus amigos (todos hombres, ¡tu sí que sabes!) volvemos a por el coche de uno de sus amigos (tranquilos, abstemio). Éste, el coche, se encuentra aparcado en una calle en cuesta. Al fijarme en el callejero leo atónito: "Calle Falange Española". Soy frenado en mis comentarios ante la presencia de más gente en la calle: "Cuidao que Santander es muy facha". Para completar mi atónita estampa me pasean por delante de una de las escasas estatuas de Paco que continúan en pie. Paco, Paquito, Paquete, seguirás en nuestros corazones para siempre... al menos en los de muchos más de los que uno es capaz de imaginar. Menos mal que en Santander conocí Personas.