sábado, enero 14, 2006

Comentario: Club de las 7 (13/01/2006)

Por muchos adoquines que haya en la Plaza de Baluarte, tampoco son escasos los existentes en los despachos oficiales.

El Gobierno de Navarra, la sociedad pública Baluarte y el Ayuntamiento de Pamplona han acordado levantar el suelo de adoquín contemplado en la obra del arquitecto Patxi Mangado. La decisión cuenta con un amplísimo respaldo social, todo un alivio moral para el despilfarro económico subsiguiente a la reforma.

Fue primero la compra y colocación de los 850.000 adoquines contratados en Portugal. Fue después la supresión de unos miles de ellos para habilitar unos pasillos de loseta, que son los que ahora encauzan los caminos del personal. Será en un futuro próximo el levantamiento general del incómodo adoquinado para dotar de otro material a esta polémica y desértica plaza.

Suma y sigue: del orden de un millón de euros.

La plaza va a ser dotada de una cafetería, cuyo diseño ha sido confiado al arquitecto creador del inmueble y de la plaza. Él mejor que nadie para asumir el encargo. El Gobierno pagará los costes, el Ayuntamiento facilitará la modificación urbanística y la sociedad Baluarte llevará la gestión del establecimiento hostelero.
Llama la atención que el proyecto de Baluarte pasara todos los controles técnicos y políticos y que nadie experimentara las consecuencias del adoquinado siquiera antes de su colocación total. Llama la atención que se modificara parcialmente con la inclusión de pasillos de loseta que, aún sin desgastar, van a desaparecer en función del nuevo pavimento. Y es evidente, desde luego, que el ánimo político de cambios en la plaza ha venido estimulado para que la Plaza de Baluarte sea también la Plaza de El Corte Inglés.

Quizá se pueda aprovechar ese material de deshecho,- adoquines y losetas-, mediante la recreación del actual trazado del encierro en el entorno del,- si algún día se hace -, Centro Temático de los Sanfermines. Así los visitantes evitarían el esfuerzo de ascender a la meseta y permanecerían a orillas del Arga.

Pero bromas aparte, es indignante e inmoral la despreocupación con que nuestros gestores políticos invierten dinero público en la corrección de una obra nueva. Más de uno y más de una tendrían que cobrar su sueldo durante una temporada… en adoquines.

Autor: Carlos Pérez Conde ("Comentario" del "Club de las 7" de la Cadena SER en Navarra).