viernes, septiembre 02, 2005

Huevos en peligro

Leo, no sin dolor, que ayer jueves se presentó en Sudáfrica el "rapex". ¿Qué es el rapex? Bien, querido amigo, si es usted un lector de signo masculino le invito a abandonar con rapidez la lectura de este artículo. Si, aun así, prefiere continuar descubriendo qué se esconde tras esta palabra con nombre de pescado erótico le recomiendo un buen puñado de hielos para aplicar en la noble zona que distingue, básicamente, macho de hembra (sí, Ezequiel, ya lo sé, la polla). Precisamente, y a pesar de su nombre, lo que el Rapex trata de evitar es que el macho humano paladee, sin permiso, el dulce manjar que a todo heterosexual que se precie atrae: el pescado de la hembra humana. El caso es que los tiempos de las mujeres felices y seguras por llevar tampón y oler las nubes han quedado atrás y ahora llega el tampón que devora a la mujer del pollo. Una tal Sonette Ehlers ha inventado un macabro tamponcito con dientes que las hembras humanas podrán insertarse en la vagina (lo siento Ezequiel, no puedo decir coño o chocho) para que, en el caso de que un macho humano trate de llegar donde no debe (eufemismo de violación) la nobleza masculina se vea aprisionada y maltrecha. El rapex de marras sólo podría quitarse mediante cirugía, impediría incluso orinar (mear) y, en palabras de la inventora, "le va a doler mucho". Pero lo más terrible de lo noticia está todavía por llegar... el cacharrito sádico éste se pondrá a la venta en enero próximo al precio de - agárrense los machos (nunca mejor dicho) - ¡12 céntimos de euro! Es decir, al alcance de cualquiera. Esperemos que sólo se llegue a comercializar en Sudáfrica (lo sentimos por los sudafricanos machos humanos, pero ya que la cosa va p´alante que se quede allí). ¿Os imagináis el aparatito en manos (bueno, no precisamente ahí, pero ya nos entendemos) de algunas hembras humanas ibéricas, por ejemplo, vascas? Malos tiempos amigos para la lírica. Afortunadamente la mano sigue sin considerar violación el acto de... pues eso.

1 Comments:

At viernes, septiembre 02, 2005 10:34:00 a. m., Anonymous Anónimo said...

Sólo veo una solución contra el rápex.....el tiburonx o la pirañax, elementos ambos que se colocarán en el prepucio de los varones que quieran vengarse de las ávidas hembras dispuestas a dejarnos sin nuestra voluntad rectora.

El funcionamiento es simple, el tiburonx o el pirañax se colocan en estado de erección, de este modo cuando la otrora cavernosa hendiduda ahora cubierta por exabruptos, enganches y dientes trate de inutilizar al hombre en cuestión, la solución propuesta engullirá con afán y ausiencia total de delicadeza cuantos obstáculos encuentre en su hondo y oscuro camino.

Placer, lo que es placer, desconocemos si se sentirá, pero lo a gusto que se queda uno cuando toma la revancha sobre una feminista irracional no tiene precio.

Cornelyus dixit.

 

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