domingo, septiembre 18, 2005

Bofetadas ("Meteoritos" 18/09/2005)

A veces se va la mano, pero ese gesto violento carece de valor educativo alguno. El consejero Campoy “el pintoresco”,- sus comparecencias parlamentarias son un esperpento-, renunció a responder con bofetadas a quienes se quejan de las aulas escolares en módulos prefabricados provisionales. Argumentó con lógica que desaparecerán el día después de la inauguración de un centro de nueva planta. ¡No cabe esperar menor coeficiente intelectual en un gestor público! La pena es que deslizó el dato de que no volverá en 2007. ¿Profecía sobre su futuro político o augurio acerca de UPN? Prometió que entonces se llevará los módulos a casa. Galipienzo demostró más ambición inmobiliaria. También el presidente Sanz rehusó dar una bofetada al Estado, pronunció un “sí, quiero” y aceptó la propuesta socialista de financiación de la Sanidad, en una ceremonia por poderes en la que estuvo representado por su consejero de Economía. Iribarren, por cierto, tiene también anunciada su salida del equipo de gobierno. (Dice que volverá de funcionario. Ya se Iberdro-verá). Sus socios del Partido Popular, que se abstuvieron de sellar su conformidad pero que no se abstendrán de coger la pasta correspondiente a sus gobiernos autonómicos, comprendieron la veleidad del lehendakari corellano que, en vísperas, había desestimado la fórmula. Alinearse con el PP hubiera tenido mayor costo político en Navarra que ese desmarque testimonial. Chivite, secretario general del PSN-PSOE, se mostró encantadísimo al conocer la noticia. “Somos novios”, se le oyó tararear. Ése es el Miguel que le gusta a Carlos. Con ese Miguel se puede llegar a pactos institucionales. Tampoco llegó Sanz a la bofetada, ni al azote, ni al pellizco, ante la postura de Barcina favorable al aparcamiento subterráneo en la zona hospitalaria. Sin embargo, parece ser que gritó a la alcaldesa en la reunión del Comité Ejecutivo de UPN. Exceso en una faraónica estación de autobuses subterránea, defecto en un servicio de aparcamiento en zona de urgente y vieja necesidad. Carencia de fondos económicos y de criterios armonizados para utilizarlos. En lugar de la bofetada de la incomodidad, una caricia de alivio ante la celebración de “El día sin mi coche”. La ciudadanía rodante y pedestre ya tiene bastante con el circo de las periódicas reordenaciones viarias por obras. Este año no habrá perímetro restringido. Se sortearán bicis plegables similares a las que utilizarán la alcaldesa y la Corporación en sus desplazamientos oficiales. Por eso entrenó en aquellas vacaciones en Berlin. Y cachete de UGT a la patronal: la eventualidad en Navarra es excesiva, abusiva e injustificada. Temporalidad rima con siniestralidad. Bofetada en su propia cara: es el sindicato más representativo al negociar convenios.

Autor: Carlos Pérez Conde (Publicado en Diario de Noticias de Navarra el domingo 18 de septiembre de 2005).