martes, octubre 25, 2005

Comentario: Club de las 7 (25/10/2005)

Los partidos políticos navarros están preparando ya la contienda electoral de 2007, elecciones al Parlamento y municipales.

La publicación de sondeos ha animado el cotarro de posibles alianzas: UPN sigue fuerte y se le pronostica un desgaste escaso, CDN tiende a la baja, el PSN anima un poco sus expectativas electorales, y el resto de la actual oposición, Aralar, IU, EA y PNV, tienen claro que el asalto democrático al poder pasa por romper cualquier reticencia a las alianzas. Una incógnita relevante es si Batasuna podrá o no participar legal y claramente en las elecciones.

La experiencia de Nafarroa Bai en las últimas generales, con excelente respuesta en votos, ha avalado la bondad de la fórmula, más difícil de conciliar en la distancia corta de nuestra Comunidad. Es muy distinto ponerse de acuerdo en cuatro líneas básicas para enviar una voz euskaldín navarra a Madrid. Aralar, su promotor, EA, PNV y Batzarre lo tienen claro: la edición navarra de Nafarroa Bai es imprescindible si se aspira a cambiar el actual Gobierno de derechas. El PSN calla. IU irá por su cuenta, se niega al fomento de la división social entre navarristas y vasquistas e invita, en todo caso, a otro acuerdo, a un acuerdo de izquierdas: PSN, Aralar, IU. La presentación de Nafarroa Bai podría hacer que UPN y CDN fueran juntos.

Pero una cosa son las estrategias electorales y otra la posterior formación del Parlamento. UPN y CDN quieren que una coalición electoral no pueda desmembrarse luego en diferentes grupos parlamentarios, como pasó con EA-PNV, que fueron juntos a las urnas y formaron después diferentes grupos en la Cámara legislativa. Aralar aspira a que Nafarroa Bai pueda hacer lo mismo.

Esa posibilidad tiene tintes fraudulentos. Se supone que una coalición pacta unas candidaturas y unos programas electorales: una lista y un programa para el Parlamento y tantas listas y programas específicos como entidades locales donde concurra. El sentido del voto ciudadano tiene que ser respetado. ¿A qué responde ese pretendido derecho a la fragmentación posterior? ¿A intereses de los votantes o a intereses de identidad o diferenciación, de proyección y económicos de los partidos coaligados?

O somos o no somos. Con todas las consecuencias.

Autor: Carlos Pérez Conde ("Comentario" del "Club de las 7" de la Cadena SER en Navarra).